“En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos.” (Mateo 18.1–3, NVI)

La acción Jesús en esta ocasión revela la naturaleza del reino y el modo de entrar. Volverse como niños es clave para entender la manera de proceder. Recordar cuando pensabas como niño hace bien de vez en cuando, en especial cuando hay que responder después de haberse acostumbrado al mundo adulto que todo lo cuestiona. Ser como niños es creer con convicción que Dios siempre suple tus necesidades y no hay enemigo o problema más que grande que El.

Jesús nos enseña una gran lección de mano de los niños, a ser sencillos y humildes. Esas palabras ¿definirían tu manera de servir en la misión? Tienes dos opciones o haces misión al estilo tuyo o al estilo de Jesús. Esta primera implica razón e ideas humanas, la segunda implica obediencia y fe en Dios para todo lo que se presente.

Algunos de los discípulos estaban preocupados por quien era el más importante, es precisamente cuando muchas veces estamos atentos a quienes somos o lo que tenemos. Jesús hace notar que si siguen en este estado de mente y corazón ni siquiera podrán entrar.

Se vive tiempo en que muchos seguidores de Jesús han cambiado la misión por ir un domingo y recibir o vivir una experiencia, la misión por cuestionamientos de cultos, la misión por turismo iglesias. Se necesita un cambio de mentalidad así como niños para vivir esa experiencia diaria con el Señor sin necesidad de programas especiales para lograrlos mas que la misma búsqueda como un niño busca a su padre.

Oración: Señor quiero ser consciente cada día de vivir una experiencia fresca y viva cada día en tu presencia.