Aléjate de mí Satanás

Escrito el 20/06/2021
Pr. Mario Fernández


Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: —¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!” (Mateo 16.21–22, NVI)

Jesús esta comunicando a sus discípulos una terrible verdad la cual pareció al principio enteramente increíble, que ¡este Mesías debe sufrir y ser muerto! “y en el tercer día resucitar”, todo esto parecía una equivocación como que nunca debería ocurrir. Pedro se le opone al Señor, y desde su visión esto no debería ocurrir.

Al igual que Pedro muchas veces tenemos este mismo criterio para entender la misión, pensamos que el sufrimiento tiene que estar lejos, no entra en la teología de los discípulos del primer siglo ni ahora. Jesús reprende a Pedro: Aléjate de mí Satanás.

A posterior Jesús da una explicación del significado de ser discípulo. Y habla de tres acciones importantes: Negarse, tomar la cruz y seguir. Así como Jesús nos enseña una renuncia a todo interés, estamos llamados a este tipo de renunciamiento en la misión; aceptar las condiciones de obediencia a Dios hasta las ultimas consecuencias. Ese final puede ser el sufrimiento acompañado de muerte.

Cuando se trata de dolor, sufrimiento, dolor y muerte hay una resistencia a la comprensión, preferimos entender la cruz desde el símbolo en sí, sin embargo, cuando la cruz comienza a pesar, cuando la comenzamos a sentir, optamos por no profundizar al respecto. Cuando se trata de seguir a Jesús, tienes que estar dispuesto a todo, y cuando es todo, es todo. Seguir a Jesús es hacerlo sin pretextos ni excusas.

Oración: Señor así como tu entrega fue absoluta, ayúdame a entender la misión en obediencia, tomar la cruz y seguirte siempre de manera incondicional.