“… —Vete a tu casa, a los de tu familia, y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y cómo te ha tenido compasión.” (Marcos 5.19, NVI)

Hay una frase que dice: “Las misiones está en el corazón de Dios”, esa es la razón por la que el gadareno ahora ha cambiado, por la que seguramente estas leyendo este texto, y por la que estas llamado a predicar de Jesucristo. Todos hemos escuchado el mensaje de alguna persona para luego andar en fe y obediencia.

Puedes imaginar hoy la experiencia de los discípulos, llegar a un lugar habiendo pasado una peligrosa tormenta, luego las personas endemoniadas, todo para que solo una persona tenga a cargo la responsabilidad de llevar el mensaje de poder. ¿Para qué todo el esfuerzo?

Jesús sin lugar a dudas, esta enseñando acerca de mover todo lo que sea necesario, aun por una persona, y llevar las buenas noticias. Será que muchas veces te crees autosuficiente y que la tarea no se hace como estas pensando. La misión será proclamada por las personas que Él quiera. ¿Se podría esperar algo bueno de una persona que estaba desahuciada? En el poder de Dios, ¡claro que si!.

En la misión tienes que descubrir el Corazón de Dios, para entender las cosas que son realmente importantes. Cuando estas enamorado, tu corazón late al ver a la persona que amas, eso es precisamente lo que tiene que pasar para entender que una sola persona es importante en el Reino de Dios.

La misión en este caso no había terminado, está continuando con la persona que Dios había asignado, con alguien que fue endemoniado, marginado de la sociedad. Si Jesús estuvo dispuesto a todo por un gadareno. Vale la pena mover todos los recursos que tengamos, dejar una vida de comodidad para que uno solo conozca a Cristo. El corazón de Dios sigue latiendo como el primer día.

Oración: Señor no quiero perder sensibilidad por la gente que aún no ha escuchado el mensaje, quiero pedirte que mi corazón pueda latir tan fuerte como el tuyo por la misión.