“En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.” (Santiago 3:17, NVI)
Hoy podemos apreciar los distintivos de la sabiduría real o sabiduría de lo alto:
1_Llena de compasión y buenas acciones: La sabiduría que viene de Dios nunca será un conocimiento frío y teórico, sino un entendimiento acompañado de actitudes, acciones y virtudes.
2_Sin favoritismos, esto quiere decir una persona donde es sencilla o simple.
3_Es sincera, esto apunta a que no hay diferencia entre lo que dice y lo que piensa. La sabiduría de Dios conduce a la transparencia y estabilidad, y por eso nos convierte en personas dignas de confianza.
Dicho esto, puedes hacerte esta pregunta ¿Como esto se cumple en nuestras vidas? En 1 Corintios 1:30–31, NTV dice:
“Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado. Por lo tanto, como dicen las Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor».”
Definitivamente si la vida es gobernada por la sabiduría de Dios habrá PAZ, Si lo que gobierna es la lengua habrá peleas. Santiago esta diciendo en su contexto que la utilización de la lengua es fundamental. Es así, que Cristo en nuestra vida es la respuesta para que se cumpla la sabiduría de Dios en la vida.
“Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia.” (Santiago 3:18, NTV)
Finalmente, Santiago nos está exhortando a que nos encontremos entre los pacificadores y dejemos de ser elementos conflictivos en la congregación. En vez de actuar estimulados por una supuesta sabiduría mundana, que solo piensa en deseos eogistas.
Necesitamos alimentarnos de la sabiduría de lo alto, la cual producirá en nosotros las virtudes del versículo 17 pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera, (en contraste con los que practican “toda obra mala”; 3:16) y nos convertirá en personas que “HACEMOS LA PAZ” conforme al versículo 18 (en contraste con los que hacen guerras y conflictos; 3:14; 4:1).
Dicho esto seguramente Santiago estaba recordando las Palabras de Jesus en Mateo 5:9, Bienaventurados los que procuran la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Estamos todos los lunes de 6>30 hs a 7>00 hs AM en unos minutos de reflexión. En este tiempo inspirados en la carta de Santiago, + un tiempo de oración, Bendecida semana.
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